Sentirse inferior a los demás es un sentimiento muy común y lo normal, es que se experimente de manera esporádica, cuando se está expuesto a situaciones complejas. Sin embargo, si se manifiesta de forma permanente, llega a convertirse en un obstáculo que afecta el aspecto profesional, económico y familiar. En ambos casos, es importante buscar apoyo psicológico, ya que este mecanismo emerge de una causalidad vinculada a experiencias displacenteras y traumáticas que requiere tratarse adecuadamente.
Generalmente, sentirse inferior a los demás es un rasgo que está relacionado con el complejo de inferioridad. Esta es una creencia que se origina, principalmente, en las etapas de desarrollo de la personalidad. Aspectos comunes de la crianza, como la sobre protección de los padres o la carencia efectiva de los mismos. Asimismo, el no haber desarrollado la capacidad para aceptar su físico y las deficiencias en términos de autorrealización, desembocan la manifestación de un reflejo mental en el que se percibe de manera distorsionada y de menos valía respecto a otros.
Sentirse inferior a los demás: cómo puedes superarlo
Muchas personas suelen sentirse inferior a los demás, constantemente, pero no son conscientes. Este es un problema que disminuye su rango de oportunidades en la vida. De hecho, existen quienes poseen una gran capacidad intelectual y técnica, que lo podría hacer merecedor de mejores opciones laborales, sin embargo, no avanza porque su locus de control externo determina que los demás están más capacitados. En este sentido, también se desarrollan otros rasgos como las inseguridades, la ansiedad social e incapacidad para comunicarse de manera efectiva.
Si eres de las personas que suelen sentirse inferior a los demás, es posible que ese sentimiento te ponga límites, cada vez, a mayor escala. La dinámica de vida moderna, constantemente, nos presenta distintos retos que desafían nuestra estabilidad. Es por ello, que tiene mucho valor el asumir la salud mental, como un aspecto que requiere atención, para poder superar ideas que nos disminuyen ante los demás y las distintas circunstancias que se presentan.
¿Qué debes hacer para superarlo?
La idea de sentirse inferior a los demás puede gestionarse y superarse. Lo primero es comprender sus causas. La mayoría de las mismas, se originan en la infancia. Sin embargo, el número de personas que desarrolla este sentimiento en la etapa adulta, a causa de una infidelidad, de los distintos tipos de apego o como consecuencia de haber experimentado una relación con un narcisista, es significativo. Aspectos sociales como la discriminación por racismo, xenofobia o procedencia social, también son influyentes.
El apoyo profesional es esencial, desde el momento en el que tomes consciencia de que te sientes inferior a los demás. El complejo de inferioridad, requiere ser gestionado por un especialista de la salud mental, debido a que requiere hacer un abordaje integral que te permita cambiar de perspectiva respecto a tu potencial. Lo primordial al inicio de este proceso es la realización de un diagnóstico que identifique la sintomatología desde la raíz, para poder abordarla. Es importante tener la disposición para asumir un cambio más acorde a tu humanidad.
Dejar de sentirse inferior a los demás con trabajo individual
A la par de las terapias, es fundamental que cambies algunos hábitos. Debes comenzar a conocerte, a tener procesos introspectivos que te permitan identificar esas emociones y sentimientos que generan conflictos en ti. Además, es imprescindible, que durante el proceso, para dejar de sentirse inferior a los demás, evites compararte con otras personas. En el ámbito de la psicología, se suele recomendar la práctica del mindfulness. La razón se debe a que mantenerse en el presente e invertir la máxima atención a lo que sientes y quieres, permite que ganes mayor autocontrol sobre los pensamientos e ideas que no corresponden con la realidad.
Trabaja en ti, teniendo en cuenta la química de tu cerebro. Existen cuatro elementos claves para gestionar el estado anímico (endorfina, oxitocina, serotonina y dopamina). Conócelas y trabaja en función de estimular las emociones positivas. En terapia trabajarás el autoconcepto y autoestima, lo cual debes complementar con una buena alimentación, baja en alimentos procesados y azúcares añadidos. Asimismo, el desarrollo de una rutina de ejercicios diaria que te permita mantenerte saludable y elevar la seguridad propia.
Tu calidad de vida depende de la estabilidad psicológica, del bienestar físico y mental. Empieza por trabajar en la salud mental, porque es la base del éxito personal, profesional y familiar. Encuentra al mejor terapeuta, comunicándote con nosotros. Un equipo de profesionales espera para brindarte todo el apoyo que necesites.