La relación entre la ansiedad y sistema inmunitario es muy estrecha. Está comprobado que existe un impacto entre un estado emocional constante y las alteraciones en el sistema inmune. En los últimos años, en el campo de la psiconeuroinmunología, se han descubierto mecanismos bioquímicos que vinculan el sistema nervioso, con el inmunitario y endocrino. Estos estudios describen la capacidad del sistema inmunitario de dar respuestas a las señales neuroquímicas del sistema nervioso. Aunque también puede influir mediante los factores de mediación humoral y celular.
En ese binomio que constituye la relación entre ansiedad y sistema inmunitario, la primera es un estado emocional muy común y que forma parte de la dinámica natural de la vida. Sin embargo, debido a los estándares económicos, sociales, laborales y familiares, que se imponen en la actualidad, dicho padecimiento suele incrementarse. Por lo tanto, si no es gestionado adecuadamente, puede convertirse en un trastorno generalizado que incide en la salud emocional y física.
Ansiedad y sistema inmunitario: cómo se manifiesta en el organismo esta vinculación
La ansiedad tiene incidencia en la salud mental. En este sentido, el nivel de estrés, preocupación y miedo, conduce a producir una respuesta psicofisiológica de estimulación intensa del sistema nervioso central. El sistema inmune se encarga de combatir infecciones y enfermedades que atacan el cuerpo. Para ello, posee toda una red de órganos, tejidos y células que aportan en la consolidación de las defensas, ante amenazas externas. La ansiedad no es una amenaza exógena, sino un conjunto de alteraciones que tienen su matriz en el cerebro y que compromete al sistema nervioso y neuroendocrino. Por lo tanto, tiene incidencia en el debilitamiento de las barreras inmunes del organismo.
Las áreas del cerebro relacionadas con la ansiedad
La ansiedad está relacionada con un número importante de centros nerviosos que forman parte del sistema límbico. Entre las zonas cerebrales implicadas están, la amígdala, el hipotálamo y la corteza prefrontal. El padecimiento de cuadros ansiosos de forma constante, causa hiperactividad en la amígdala, por lo que cualquier estímulo se procesa como amenazante, incluso si no lo es. Asimismo, la corteza prefrontal se vuelve hipoactiva. Por lo que la capacidad de gestionar adecuadamente las emociones se detendrá, prolongando la situación. Además, se le suma el desequilibrio constante de los neurotransmisores involucrados.
Todo el recorrido que la ansiedad produce en las áreas del cerebro involucradas, conlleva a un inminente envejecimiento de las células cerebrales y una alteración significativa de las funciones del sistema nervioso central. En este sentido, la psiconeuroinmunología ha demostrado que entre estos dos sistemas existe una interrelación importante. Es decir, las células del sistema inmunitario, sirven de receptores para las moléculas reguladas por el sistema nervioso. Por lo tanto, queda claro que cuando la ansiedad afecta a uno, está afectando al otro de manera indirecta.
Ansiedad y sistema inmunitario: cómo se afectan
En la relación: ansiedad y sistema inmunitario, la primera es una de las principales causas del desarrollo de algunos trastornos, como la tiroiditis autoinmune. Aunque el cortisol lo vinculan solo con el estrés, resulta que también se produce en estados de ansiedad agudos. El cortisol, producto de una alteración emocional intensa, produce bloqueos en el hipocampo. En este sentido, la consecuencia directa, es el efecto inflamatorio que se genera en algunos órganos importantes, como los intestinos. Por lo tanto, esta situación provoca una desactivación del sistema inmunológico del cuerpo.
El miedo, la rabia, la depresión, la desesperanza y la ansiedad, son elementos negativos que generan reacciones bioquímicas en el organismo. Para ello, se activan diversos mecanismos, vinculados al eje formado por el hipotálamo, las glándulas suprarrenales y la hipófisis. No obstante, estos mecanismos conllevan a suprimir la capacidad de respuesta del sistema inmunitario. La consecuencia más evidente es, el desarrollo de cuadros patológicos, entre los cuales figura el cáncer.
¿Por qué necesitas gestionar de inmediato la ansiedad?
Ahora que conoces la relación entre la ansiedad y sistema inmunitario, es preciso que reflexiones sobre la magnitud del daño que la primera produce en los sistemas más importantes del cuerpo. La salud es un bien finito y es un elemento vital para lograr el bienestar pleno y la calidad de vida que mereces. Ante los síntomas que evidencian un cuadro ansioso, independientemente de su magnitud, debes buscar ayuda profesional. Un profesional de la salud mental, podrá ayudarte a canalizar la forma en la que gestionas tus emociones y pensamientos. El tratamiento adecuado te ayudará a sanar y a encontrar formas más saludables de relacionarte con el entorno.
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