Una situación traumática es un evento que, independientemente de su magnitud, logra impactar psicológicamente a una persona. Son experiencias difíciles (dolorosas, estresantes) y muchas veces mortales, que generan un shock. En este caso, la consecuencia única es el surgimiento de un trauma. El trauma es una respuesta emocional a un acontecimiento en el que estuvo en riesgo la integridad física y/o mental. Puedes ser protagonista en ese hecho o testigo, sin embargo, queda una marca en el subconsciente que puede necesitar tiempo y terapia para sanar.
En estas circunstancias, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) es el problema al que se enfrenta quien experimentó la situación traumática. Es la afectación a la salud mental y se manifiesta de inmediato o con el pasar de los días. En estos contextos, es preciso buscar ayuda profesional. Los traumas psicológicos que dejan los eventos extraordinarios y complejos de la vida, pueden acarrear daños significativos que deben ser tratados por un especialista, para sanar adecuadamente.
Situación traumática: ¿cómo debes proceder para sanar?
Las personas no responden de la misma manera ante una situación traumática. Existen aquellas que tienen un nivel de resiliencia alto y, por lo tanto, una capacidad única de superarlo y seguir, en menos tiempo. Sin embargo, existen las que quedan realmente afectadas y necesitan más tiempo para curar adecuadamente. Sin embargo, cada caso depende de una serie de factores que influyen en el desarrollo de trastorno de estrés postraumático. Por ejemplo, si tuvo traumas significativos durante la infancia, si el evento vivido fue extremo, perdurable y con consecuencias adicionales, como la pérdida de un ser querido. También, si tiene antecedentes de enfermedades mentales.
Las emociones dolorosas que siguen a una situación traumática, en la mayoría de los casos, toman tiempo en procesarse. No es saludable creer en la frase popular que dice que «el tiempo lo cura todo». Todo lo que genera una afectación en el aspecto psicológico, requiere de una serie de cuidados para poder sanar. De lo contrario, ese problema se volverá un bucle que aparecerá constantemente en distintas circunstancias de la cotidianidad o cuando estés expuesto a expuesta a estímulos que te hagan recordar lo que sucedió. En estos casos es imprescindible seguir una serie de pautas que se detallan a continuación.
Luego de una situación traumática tienes que buscar ayuda profesional
Solo un profesional de la salud mental está capacitado para diagnosticar la gravedad de las consecuencias psicológicas por causa de una situación traumática. Generalmente, el diagnóstico toma en cuenta síntomas relacionados con aspectos como la reviviscencia, evitación (evasión), hipervigilancia y reactividad. También, los síntomas cognitivos y anímicos. Este estudio le permitirá al especialista entender qué tienes y cómo debe proceder para recuperar tu salud emocional.
Generalmente, el tratamiento aplicado consiste en sesiones de terapia y medicamentos. Sin embargo, depende de la gravedad del problema. Muchas personas, tan solo requieren la primera opción, sin la segunda, pero quien lo determina es el especialista. Para estos casos, se suele recurrir a la terapia de conversación, para proporcionar al paciente, las herramientas que le permitan entender sus emociones y lo que las desencadena. Otras veces, se opta por la técnica EMDR (desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares), con la que se busca llevar a cabo una reestructuración cognitiva y reorganización de los estímulos sensoriales claves.
Practica la meditación o el Mindfulness
Una de las actividades más imprescindibles en el camino hacia la recuperación de una situación traumática, es la meditación o la práctica de las técnicas del Mindfulness. Esta es una de las estrategias más importantes y que requieren de la decisión personal de asumir responsabilidad en el proceso de sanación. Con estas dos opciones, lograrás combatir el impacto del trauma vivido. Además, lograrás canalizar emociones a través de la estabilidad que te proporciona la respiración y la capacidad de visualización.
Aliméntate adecuadamente
Curar un trauma psicológico también tiene relación con la alimentación. Comer de forma saludable, te ayudará a paliar de forma efectiva las consecuencias emocionales producto de la situación traumática vivida. A través de ella podrás obtener la energía que necesita tu cuerpo, las vitaminas y los nutrientes que requiere tu cerebro para alcanzar el equilibrio en la producción de las sustancias químicas que regulan el ánimo y otros aspectos fundamentales de la salud mental. Asimismo, la ingesta de agua, evitar los azúcares y mantenerse en movimiento, ayuda a transitar el camino hacia la recuperación plena.
Ante una experiencia traumática, la principal estrategia es la búsqueda del apoyo profesional adecuado. Comunícate ahora y encuentra al mejor especialista.