Para comprender cómo gestionar la envidia es fundamental saber a qué te enfrentas. La envidia está considerada por la psicología, como un sentimiento en el que convergen dos deseos. Primero, el de obtener o lograr algo a lo que otra persona tiene acceso y, segundo, que esta no lo logre o no lo obtenga. Es una emoción que se orquesta bajo estados significativos de frustración, rabia, rencor y tristeza. Evidentemente, se constituye como un factor determinante en las relaciones humanas que se gestan en distintos espacios. La envidia es muy común en las sociedades modernas. Además, ha estado presente a lo largo de la historia de la humanidad, porque es inherente a la naturaleza humana.
Popularmente, se le suele distinguir como envidia sana e insana. La primera está relacionada con la admiración, al querer estar en la posición del otro, pero considerándolo un ejemplo. Contrario al tipo insano que implica la consideración del otro como una competencia o el enemigo a vencer. En este caso, entra a relucir el síndrome de Procusto, considerado un nivel más intenso. Existen 4 formas de envidia. Una es hacia los hermanos, que se origina en las experiencias durante la infancia. La segunda, hacia los compañeros de trabajo. La tercera ocurre entre géneros (femenino, masculino), debido a la desigualdad en las oportunidades para ambos. Por último, la envidia social, producto de la cultura competitiva de la sociedad de consumo en la que vivimos.
Cómo gestionar la envidia: acciones fundamentales para poder superarla
El fenómeno de la envidia se manifiesta en el sistema motor, fisiológico y cognitivo. Aunque todos somos propensos a ella, las personas con baja autoestima, autoexigentes e inconformes con su realidad, son más asiduas. Asimismo, aquellas con personalidad narcisista. Es imprescindible tener en cuenta que este afecta el bienestar emocional y las relaciones interpersonales. Su dimensionalidad favorece el desarrollo de otros síntomas como la autofobia, la ansiedad y depresión. Por lo tanto, es un asunto que no se puede tomar a la ligera. A continuación, veamos cómo gestionar la envidia en el aspecto profesional e individual.
¿Por qué necesitas apoyo psicológico?
En la actualidad existe mucha información sobre cómo gestionar la envidia. Sin embargo, la mayoría no concibe este sentimiento como un aspecto que debe ser tratado, principalmente, en el ámbito profesional. La ayuda psicológica es vital, ya que, una persona envidiosa no tiene control de sus pensamientos, de sus emociones y esto implica un desgaste anímico que repercute en la salud mental. Cuando las acciones positivas, ascensos y reconocimientos hacia otra persona, te afecta emocionalmente porque quieres estar en su lugar, requieres acudir a terapia.
Generalmente, los individuos no reconocen que padecen envidia. Es casi inverosímil que alguien solicite cita al psicólogo por este motivo. En realidad, acude por las consecuencias de la misma (depresión o ansiedad). Los profesionales de la salud mental, especialmente los especialistas en psicoanálisis, destacan que la envidia tiene un carácter patológico y, por lo tanto, destructivo. Aunque es complejo trabajar en la subjetividad de un individuo envidioso, en terapia se puede tener grandes avances. Con el apoyo de un especialista, puedes gestionar los aspectos que le dan soporte. También, podrás adquirir las herramientas para deconstruir sus elementos y mejorar la forma en la que te relacionas contigo mismo y con los demás.
Cómo gestionar la envidia desde el reconocimiento propio
Reconocer las virtudes y limitaciones en ti, es clave para entender cómo gestionar la envidia. Las personas no son iguales, unas tienen particularidades que destacan sobre otras. Sin embargo, aceptar los aspectos en los que eres bueno, te permite generar estrategias para trabajar en aquellos condicionantes que impiden que avances. Este modo de proceder ayuda a evitar que te compares con otras personas. Es el camino para dejar de enfocarte en los demás e inclinar toda tu atención hacia ti mismo. Además, a partir de este proceso, podrás generar un plan de trabajo individual que te permita desarrollar tu potencial para alcanzar lo que quieres.
Alejarte para encontrar respuestas
Alejarse de los lugares y las personas que generan cierto malestar emocional, es una de las mejores estrategias de autocuidado. Entre las respuestas de cómo gestionar la envidia, tomar distancia resulta ser una de las opciones más efectivas. Cuando sientes que tu energía, pensamientos y miedos giran en torno a otra persona, en función de evitar que acceda a espacios o a una posición en la que tú quieres estar, lo recomendable es retirarse. Esto no implica renunciar, es solo apartarse para calmar y aligerar la carga mental. Esto te ayuda a pensar, adoptando otras perspectivas de la situación y redireccionando el enfoque en función de tu alcance.
La calidad de vida depende, en gran medida, de la disposición para procurarse una salud mental, óptima. Encuentra aquí a los especialistas que podrán ayudarte a superar la situación emocional en la que te encuentras. Nunca dude es buscar apoyo profesional, tu bienestar depende de ello.