En el mundo tan ajetreado en el que vivimos, las técnicas de autocuidado adecuadas, resultan ser grandes aliadas proteger la salud física y mental. Dentro del entorno laboral, familiar y demás espacios sociales, cada individuo está expuesto al riesgo de experimentar tensiones y estrés. Mantener el equilibrio en todos los sentidos, se ha convertido en un reto moderno para todos. El autocuidado comprende una serie de acciones que aportan grandes beneficios al cuerpo y a la mente. Contribuyen al bienestar emocional y en sus mecanismos encuentras la vitalidad para el avance hacia tus metas.
Existen muchas técnicas de autocuidado, solo basta con elegir aquellas que creas que se ajusten a tus necesidades. En ocasiones, habituarse a una rutina de cuidado personal resulta ser una hazaña cuesta arriba. En estos casos, un profesional de la psicología puede orientarte en función de hallar el método más adecuado. No basta con hacer ejercicios, solamente. Necesitas adoptar acciones complementarias, positivas y renunciar a aquellas que inclinan la balanza hacia el costado no deseado. Recuerda que el bienestar emocional y físico, son prioridad para avanzar en la vida.
Técnicas de autocuidado para el trabajo y el estrés: ¿Cuáles son las más adecuadas para ti?
No importa la identidad racial, la condición social o la nacionalidad, las técnicas de autocuidado son acciones accesibles para todo el mundo. Son necesarias y en muchos caso, urgente. Son la base de la calidad de vida. Resulta preponderante reconocer que la salud física y mental son fenómenos biopsicosociales. En este sentido, hay una propensión a que los contextos económicos, culturales, políticos, el estilo de vida, la crianza y la biología misma, influyan. Factores externos como el trabajo, donde existen elementos que están fuera de tu control, son contribuyentes al deterioro de la salud en general.
Existen tres tipos de autocuidado: físico, social y mental. Las estrategias más efectivas para el trabajo y el estrés, son aquellas que contemplan los tres aspectos. Sin embargo, es preciso asumir un proceso introspectivo antes de iniciar. El autoconocimiento es esencial para identificar aquellos juicios, ideas y hábitos a los que tienes que renunciar para seguir. Reconocer la importancia de cuidarse, no solo como una manifestación de amor propio, también como la clave para prevalecer y continuar de la mejor manera posible. A continuación, los métodos más efectivos que puedes aplicar en tu día a día, para el trabajo y el estrés.
Apuesta por la trinidad del autocuidado: alimentación saludable, ejercicio y descanso
Cuando trabajas excesivamente o te encuentras en espacios laborales en el que realizas recurrentemente actividades bajo presión, también, cuando el mismo se ha convertido en un esquema monótono, es muy probable que el estrés ya esté mermando tu calidad de vida. Sentirse sin ánimos o energía, son señales del cuerpo que te indican que es momento de parar y hacer cambios para recomponerse. Existen muchas técnicas de autocuidado para el trabajo y el estrés, pero pueden no tener el efecto que esperas si no haces cambios en tu alimentación, haces ejercicios y descansas lo suficiente.
Una alimentación saludable es clave para tener energía. Los especialistas explican que la relación entre la nutrición y el estrés es muy estrecha. Las dietas, que incluyen menos alimentos procesados y ultraprocesados, tienen efectos positivos en el sistema nervioso. Asimismo, dormir de 7 a 8 horas, ayuda a regular la acción de los neurotransmisores. Esto significa que tendrás un estado mental más estable. En cambio, la falta de descanso, influye en el bajo rendimiento físico, cognitivo y afecta la salud mental. Con el ejercicio ayudas a mantener la estabilidad y comunicación entre las áreas del cerebro que estimulan el bienestar emocional.
Técnicas de autocuidado en el trabajo: haz una pausa, respira y estira tu cuerpo
Si te encuentras en una situación apremiante, en el que el estrés ya se ha apoderado de ti, es primordial que hagas una pausa. Puedes salir unos minutos, alejarte del caos. Lo mejor es buscar un sitio en soledad, en el que puedas respirar y estirar el cuerpo. Cierra los ojos, concéntrate en tu respiración y estira los brazos, las piernas y las articulaciones. Una vez te sientas en calma, puedes volver para continuar. Estirar el cuerpo, mientras te enfocas en la entrada y salida de oxígeno, ayuda a reducir los niveles de tensión y permite pensar de manera fluida.
Combatir el estrés con meditación
La meditación es una de las actividades más esenciales cuando convives en espacios que estimulan el estrés. Existen varias técnicas de meditación, pero en general, esta práctica contribuye a relajar y encauzar los pensamientos hacia un enfoque más productivo. Además, la relevancia que tiene la respiración durante el ejercicio, permite reconocerla como un elemento esencial a la hora de conseguir la calma.
Acudir con los profesionales de la salud mental, también forma parte del autocuidado. Nuestras emociones juegan un rol fundamental en el desenvolvimiento social y laboral. Buscar orientación psicológica, es la clave para que logres alcanzar el bienestar que mereces. Comunícate ahora.