Para saber de qué manera las emociones con la menstruación impactan la salud mental de la mujer, es importante entender cómo funciona la química cerebral. El estado de ánimo durante la fase menstrual está vinculado a determinados aminoácidos y neurotransmisores. En este caso, la mayor atención se la lleva la serotonina y la dopamina. Asimismo, el otro factor lo constituyen las hormonas: estrógenos y progesterona. Que se manifiestan desde la fase lútea.
Entender cómo se engranan las emociones con la menstruación, conlleva a una mayor comprensión de las sensaciones y sentimientos que se experimentan. Un estudio de la Universidad de California (Estados Unidos), reveló que los cambios hormonales que se desarrollan durante el período de sangrado, alteran el balance químico del cerebro. Esto conlleva a que se generen cambios emocionales relevantes, que muchas veces interfieren en el quehacer cotidiano, productividad y toma de decisiones.
Las emociones con la menstruación: conocer, comprender y gestionar
El ciclo menstrual de la mujer comprende varias fases. La primera es la fase menstrual. Le siguen la preovulatoria o folicular, ovulatoria y la fase lútea o postovulatoria. Las emociones con la menstruación, se manifiestan durante la primera y última fase. En esta última (fase lútea) ocurre el llamado síndrome premenstrual, que no es igual en todas las mujeres. El descenso de los estrógenos y la progesterona, pueden hacer que llegues a sentir estados emocionales como la tristeza y ansiedad. También, puedes llegar a experimentar niveles altos de irritabilidad, insomnio y disminución en la capacidad de concentración.
Las variaciones hormonales influyen en la serotonina. Este neurotransmisor está vinculado a los cambios de humor y es el principal desencadenante de los síntomas del síndrome premenstrual. Esta es la clave para entender sobre la depresión premenstrual, que se da, sobre todo, en mujeres con trastorno disfórico premenstrual. Si no se produce suficiente serotonina, aparecerá el insomnio, ansiedad por la comida y fatiga, por mencionar algunas consecuencias.
De acuerdo al portal digital Manual MSD, el porcentaje de mujeres que sufren síndrome premenstrual, se ubica entre el 20 y el 50%. Asimismo, únicamente el 5% padecen trastorno disfórico premenstrual. Durante este período, el nivel emocional puede fluctuar dependiendo de la intensidad. Se puede llegar a experimentar hipersensibilidad, crisis de llanto y agudización de los trastornos del estado de ánimo.
Las emociones con la menstruación: la fase menstrual
En la fase menstrual, las emociones con la menstruación conforman un binomio. La bajada de los estrógenos puede llegar a afectar el sistema nervioso. Esta posición de los estrógenos es una influencia para los niveles de serotonina, encefalinas y endorfinas. Por lo que, llegar a sentirse plena y en bienestar, se vuelve bastante difícil. Esto explica el motivo de la baja de ánimo. Además, se logra comprender la ansiedad y el nivel de irritabilidad que se vive en esos momentos.
En esta etapa, los estrógenos también tienen que ver con el descenso de los niveles de progesterona. Esta juega un papel esencial por sus efectos calmantes y relajantes, pero al estar en baja sintonía disminuye su capacidad para estimular el sistema gabaérgico. Este es fundamental para controlar las respuestas del cuerpo ante el estrés. Además, la progesterona es la que logra incitar al sistema nervioso parasimpático, para que sirva de calmante ante emociones fuertes y exaltaciones. Al no estar a la altura, se producen las diversas experiencias emocionales, sin ninguna contención natural.
No obstante, más allá de las emociones con la menstruación, hay un elemento que es importante tomar en cuenta, y es el dolor o malestar físico. Durante la fase menstrual, al menos los primeros dos días, las dolencias o malestares pueden hacerse presente. Esto puede hacer que te sientas con la necesidad de contenerte y concentrarte en ti misma. No se deja de sentir irritabilidad, mal genio, nerviosismo, sin embargo, persiste la necesidad del descanso y de la espera.
¿Qué hacer?
Lo primero es reconocer que las emociones con la menstruación, no son una entidad patológica. Forman parte de las fases naturales del ciclo reproductivo de la mujer. Lo ideal es acudir al médico para tener un control hormonal más acertado y en casos donde las emociones sobrepasan lo regular, es crucial buscar ayuda psicológica. Se recomienda trabajar en la disminución del estrés (ejercicios, meditación, descanso) y mantener una dieta saludable, libre de azúcares.
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