Portada » La rabia puede ser perjudicial para tu salud

La rabia puede ser perjudicial para tu salud

by Redaccion Contenidos Click
La-rabia-puede-ser-perjudicial-para-tu-salud

En la vida pasamos por múltiples situaciones complejas. Aprender a gestionar la rabia, es una manera de canalizar los sentimientos y emociones que puedan poner en riesgo tu salud. La rabia produce un estado de vulnerabilidad en el sistema inmunológico, en el sistema cardiovascular y en el cerebro. Este estado emocional es inherente al ser humano, ya que son parte de las respuestas que se pueden manifestar en determinados momentos, puesto que, la principal función de esta condición es la defensa.

Para gestionar la rabia, lo primero que debes comprender es que este estado emocional tiene tres respuestas. La primera está relacionada con el aspecto cognitivo, es decir, cómo interpretas el contexto. La segunda es la respuesta corporal, que implica ingresar a un estado de excitación en el que experimentas un aumento significativo del ritmo cardiaco con tensión en la musculatura. En este contexto, sientes una predisposición a ejecutar conductas agresivas. Por último, la respuesta conductual, que está vinculada a la capacidad de saber tomar el control de la situación y evitar actos impulsivos. Te interesa saber cómo la rabia perjudica tu salud, ¡continúa leyendo!

La importancia de gestionar la rabia para evitar daños a la salud

Es complejo aprender a gestionar la rabia, pero es necesario. Para ello necesitas del acompañamiento profesional y de la plena disposición personal para mejorar de modo adecuado. Cuando no te tomas esta tarea de forma comprometida, puedes atraer otras consecuencias. En ese estado es difícil pensar con claridad, por lo que inhabilitas la capacidad de entender las repercusiones de un comportamiento impulsivo. Sin embargo, más allá del resultado social está implícito el aspecto físico, concretamente, la salud. Los episodios recurrentes de rabia pueden desembocar en el desarrollo de enfermedades que perjudicarán para siempre tu calidad de vida.

Efectos de la rabia en la salud

La rabia es un estímulo fisiológico de adrenalina que puede ser beneficioso en determinados momentos. Pero cuando este se convierte en una sensación constante, el organismo tiende a resentirse. Los episodios de rabia pueden llegar a enfermarte. En primer lugar, debes saber que incrementa la activación del sistema simpático, liberando la hormona vinculada al estrés: catecolaminas. Esta hormona actúa deliberadamente contra el sistema cardiovascular, por aceleración de la frecuencia cardiaca y elevación de la tensión arterial. En pocas palabras, un episodio de rabia puede llegar a desarrollar coágulos sanguíneos o un infarto de miocardio.

Asimismo, en instantes se produce una secreción de adrenalina que somete a todos los sistemas del cuerpo en una especie de batalla por sostener los niveles ideales de funcionamiento. En este contexto, el principal riesgo es sufrir un derrame cerebral. También, te expones a padecer de manera irremediable de afecciones cardiovasculares como el paro cardiorrespiratorio. Cuando no se procede a gestionar la rabia, los efectos negativos en la salud mental, no tardarán en aparecer. El estrés excesivo al que se somete al organismo desembocará en consecuencias fatales, como el desarrollo de un cuadro crónico de ansiedad o depresión.

Qué estrategias asumir para gestionar la rabia

Siempre que presentamos una condición emocional que afecta el aspecto psicológico, físico y social, requiere de la intervención de un profesional. Sin embargo, también es esencial el compromiso personal con el propósito de conseguir el bienestar de manera óptima. Para gestionar la rabia, lo primordial es reconocer que «es un problema» que necesitas resolver. Lograr una mejor versión de ti mismo, es una meta impostergable e infalible. A continuación, te presentamos las dos principales estrategias.

La importancia de la terapia psicológica

Los profesionales de la salud mental, suelen gestionar la rabia desde la orientación cognitivo-conductual. Estas sesiones son vitales, porque se trabaja para controlar la hiperactivación y con ello las tensiones físicas inherentes. Además, del enfoque en el trabajo sobre los pensamientos que conducen a la ira y la concientización de herramientas que conllevan al control de los ataques de rabia y conductas agresivas. Lograrás llevar a cabo una comunicación más asertiva y desarrollar las capacidades de resolución de conflictos. Esta estrategia te ayudará a mejorar tu capacidad cognitiva y conductual para afrontar las situaciones complejas de la vida.

El trabajo individual

El trabajo individual para gestionar la rabia es esencial. En primer lugar, debes establecer distancia con la situación que estimula la ira y aprender técnicas de relajación que te ayuden a sostener el control en todo momento. Es importante, no ceder ante los resentimientos y buscar las palabras adecuadas para expresar el enfado. A largo plazo, debes trabajar en comprender el contexto en el que te encuentras antes de actuar y establecer una rutina de cuidado, que implica dormir adecuadamente, alimentarte de forma saludable y desarrollar actividades que te generen bienestar.

Comunícate y empieza tu camino para lograr el bienestar que buscas. Los profesionales de la salud mental, son tus principales aliados. Descubre todo tu potencial, mientras mejoras tu calidad de vida.

You may also like

Leave a Comment